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3.3.10.1 Prueba estándar de chi-cuadrado (prueba de Cochran)

3.3.10.1 Prueba estándar de chi-cuadrado (prueba de Cochran)

La prueba estándar de chi-cuadrado (prueba Q de Cochran) para la heterogeneidad estadística comprueba la hipótesis estadística de que los verdaderos efectos del tratamiento (los parámetros del tamaño del efecto) son los mismos en todos los estudios primarios incluidos en el metaanálisis (Sutton et al. 2000). Esta prueba estadística utiliza un estadístico de prueba Q que tiene una distribución de chi-cuadrado en k-1 grados de libertad (k representa el número de estudios) bajo la hipótesis estadística; se analiza el valor p correspondiente para la estadística de prueba (Sutton et al. 2000). El poder estadístico de la prueba es, en la mayoría de los casos, muy bajo debido al reducido número de estudios; la heterogeneidad puede estar presente incluso si la estadística Q no es estadísticamente significativa en los niveles convencionales de significación como 0,05. Se ha recomendado un nivel de significación de corte de 0,10 en lugar del habitual 0,05 (Sutton et al. 2000). Si los resultados de la prueba son estadísticamente significativos (p<0,05), se rechaza la hipótesis estadística de que los verdaderos efectos de los tratamientos (los parámetros del tamaño del efecto) son los mismos en todos los estudios primarios incluidos en el meta­análisis (la hipótesis de homogeneidad), por lo que se considera que existe heterogeneidad estadística. Con un número reducido de estudios (< 20), la prueba Q debe interpretarse con mucha cautela (Huedo-Medina et al. 2006). No es apropiado decidir el modelo de metaanálisis (modelo de efectos fijos o aleatorios) en función de los resultados de la prueba estadística de chi al cuadrado (prueba Q) de heterogeneidad.



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