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The synthesis of expert opinion findings within the systematic review process is not well recognized in mainstream evidence-based practice and it is acknowledged that efforts to appraise often conflicting opinions are tentative. However, in the absence of research studies, the use of a transparent systematic process to identify the best available evidence drawn from text and opinion can provide practical guidance to practitioners and policy makers. “Textual evidence should be understood as the narrative expression of clinical wisdom from health professionals.” La síntesis de los hallazgos de las opiniones de expertos dentro del proceso de revisión sistemática no está bien reconocida en la práctica general basada en la evidencia y se reconoce que los esfuerzos por valorar opiniones a menudo contradictorias son provisionales. Sin embargo, a falta de estudios de investigación, el uso de un proceso sistemático transparente para identificar la mejor evidencia disponible extraída de textos y opiniones puede proporcionar una orientación práctica a los profesionales y los responsables políticos. "La evidencia textual debe entenderse como la expresión narrativa de la sabiduría clínica de los profesionales de la salud" (Jordan, Konno & Mu, 2011, p.19) It may also draw on the expertise of consumer representatives that are aligned with affiliated organizations.
For some clinical questions, there is an absence or paucity of quantitative and/or qualitative research studies, and in these situations, textual evidence can be promoted to understand narratively expressed experiences/tacit knowledge on a topic of interest. Textual evidence is, according to Mattingly (1991) and Worth (2008), the narrative expression of clinical wisdom from health professionals. Narrative knowledge does not fall into a conventional academic reasoning system of induction and deduction, but it is possible that health professionals can receive content-specific guidance and insights into how to improve their everyday practice based on the synthesis of textual evidence. This may also relate to the current discourse, or the verbal interchange of ideas that is grounded in language and in the context within which it occurs. Discourse in the professional and public domains is a source of knowledge that can be used to inform policy and clinical decision making.
When would you undertake a systematic review of text and opinion?
There are broadly three indications for undertaking a review of text and opinion.
As an adjunct to a quantitative or qualitative review where there are no research studies identified.
As an adjunct to a comprehensive systematic review, where the text and opinion component may provide supplemental evidence to the quantitative or qualitative reviews. An example of this is a comprehensive systematic review conducted on the best evidence for assisted bathing of older adults with dementia (Konno et al, 2013).
As a stand alone review to investigate:
People’s opinions/thoughts/conclusions
Discourse analysis
Policy analysis (an example of this is a systematic review looking at local and national policy and practice initiatives in relation to maternal mortality. McArthur & Lockwood, 2013))
The nature of textual or opinion based reviews is that they do not rely upon evidence in the form of primary research and, therefore, elements of the protocol will vary from reviews drawing on primary research as the types of papers of interest. However, the principals of developing a clearly documented protocol, incorporating a priori criteria and methods are – as for any systematic review – considered essential. También puede recurrir a la experiencia de los representantes de los usuarios que están alineados con las organizaciones afiliadas.
Para algunas preguntas clínicas, hay una ausencia o escasez de estudios de investigación cuantitativos y/o cualitativos, y en estas situaciones, la evidencia textual puede ser promovida para entender de manera narrativa las experiencias expresadas/el conocimiento tácito sobre un tema de interés. La evidencia textual es, según Mattingly (1991) y Worth (2008), la expresión narrativa de la sabiduría clínica de los profesionales de la salud. El conocimiento narrativo no encaja en un sistema de razonamiento académico convencional de inducción y deducción, pero es posible que los profesionales de la salud puedan recibir orientación específica sobre el contenido y conocimientos sobre cómo mejorar su práctica diaria basándose en la síntesis de la evidencia textual. Esto también puede relacionarse con el discurso actual, o el intercambio verbal de ideas que se fundamenta en el lenguaje y en el contexto en el que se produce. El discurso en los ámbitos profesional y público es una fuente de conocimiento que puede utilizarse para fundamentar la toma de decisiones políticas y clínicas.
¿Cuándo realizar una revisión sistemática de textos y opiniones?
A grandes rasgos, existen tres indicaciones para emprender una revisión de textos y opiniones.
Como complemento de una revisión cuantitativa o cualitativa cuando no se hayan identificado estudios de investigación.
Como complemento de una revisión sistemática exhaustiva, en la que el componente de texto y opinión puede aportar pruebas complementarias a las revisiones cuantitativas o cualitativas. (Un ejemplo de esto es una revisión sistemática exhaustiva realizada sobre la mejor evidencia para el baño asistido de adultos mayores con demencia (Konno et al., 2013)).
Como una revisión independiente para investigar:
Opiniones/pensamientos/conclusiones de la gente
Análisis del discurso
Análisis de políticas (por ejemplo, una revisión sistemática de las iniciativas políticas y prácticas locales y nacionales en relación con la mortalidad materna (McArthur y Lockwood, 2013)).
La naturaleza de las revisiones textuales o basadas en la opinión es que no se basan en evidencia en forma de investigación primaria y, por lo tanto, los elementos del protocolo variarán de revisiones que se basan en la investigación primaria como los tipos de artículos de interés. Sin embargo, los principios de elaboración de un protocolo claramente documentado, que incorpore criterios y métodos a priori, se consideran esenciales, como en cualquier revisión sistemática.