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Esta sección describe la importancia de involucrar a agentes de cambio que puedan ayudar a poner en práctica la evidencia. Los agentes de cambio pueden ser líderes, facilitadores o promotores; su participación es fundamental para el éxito del cambio (Kitson, Alison et al. 1996; Redfern & Christian 2003).
Tipos de líderes
No es necesario que todas las partes interesadas clave participen o se comprometan con un proyecto, pero la mayoría tendrá que ser consciente de ello, disponer de información suficiente para prestar su apoyo y ser capaces de aportar recursos en beneficio del proyecto según sea necesario. Existen diferentes tipos de liderazgo, y conocerlos puede ayudar a identificar a quién informar, a quién involucrar y a quién invitar como copartícipes activos.
Las clasificaciones de los tipos de liderazgo incluyen:
- Líder del sistema: es una persona influyente y dirige todos los departamentos, organizaciones o sectores. Los líderes del sistema tienen la capacidad de superar barreras y son capaces de facilitar y avanzar hacia el cambio.
- Experiencia técnica: esta persona tiene un conocimiento excepcional en la materia, lo que requiere un grado de entusiasmo y experiencia. Si el tema es especialmente amplio, como los signos vitales, puede ser necesario contar con expertos técnicos de distinta formación.
- Liderazgo diario: esta responsabilidad debe recaer en una persona que tenga tiempo e interés/entusiasmo profesional para dedicarse al proyecto. Esta persona también debe ser capaz de reclutar a otros y fomentar la actividad pertinente.
Gestión de proyectos
Los proyectos de implementación a gran escala pueden beneficiarse de la designación de un director de proyecto. Esta persona tendrá las siguientes funciones:
- Coordinar el acceso de los miembros del grupo a los recursos sanitarios basados en la evidencia necesarios para llevar a cabo el proyecto, como los recursos de auditoría clínica del JBI
- Coordinar las sesiones de formación
- Gestionar los plazos
- Supervisar la recopilación y análisis de datos
- Programar reuniones del proyecto para revisar los resultados de la auditoría y preparar estrategias de mejora
- Coordinar la implementación de las estrategias
- Asegurarse de que se ha proporcionado retroalimentación a la organización en todos los pasos.
Facilitación
En los proyectos de implementación de la evidencia, a menudo es necesario que una persona desempeñe el rol principal en la consecución del cambio en la atención directa. A veces, a estas personas se las denomina promotores, agentes de cambio o facilitadores del cambio en la práctica. Kitson et al. definieron la facilitación como "una técnica mediante la cual una persona facilita las cosas a otras" (p.152) (Kitson, A., Harvey & McCormack 1998).
Los profesionales de la salud enfrentan dificultades a la hora de navegar por el proceso de cambio, ya que se trata de un fenómeno muy complejo, y existen muchos enfoques para gestionar el cambio (Salmela, Eriksson y Fagerström 2012). Algunos de los componentes esenciales para el éxito del cambio son:
- Compromiso organizativo
- Apoyo activo de las principales partes interesadas
- Reconocimiento de la importancia del cambio
- Un agente de cambio creíble
- Contacto directo con los profesionales para fomentar el entusiasmo
- Garantizar que el personal al que va dirigido se apropie de la innovación y esté capacitado para el cambio (Redfern & Christian 2003).
Como se puede ver, un agente de cambio o líder o facilitador creíble es fundamental para el éxito del cambio (Kitson, Alison et al. 1996; Redfern & Christian 2003). Durante el proceso de cambio, estos facilitadores tienen que "guiar, motivar, establecer normas y estándares; mantener una comunicación abierta, invitar y escuchar abierta y activamente las opiniones, actitudes e ideas de los demás; reevaluar continuamente los hechos, las creencias y las posturas; fomentar la retroalimentación bidireccional; integrar los esfuerzos de los demás; promover y mantener un desempeño eficiente; y delegar poder y autoridad" (p.424) (Salmela, Eriksson & Fagerström 2012). Los pasos que pueden conducir al cambio incluyen la reflexión, el debate, la medición y la elaboración de estrategias de cambio (Deegan et al. 2005; Munn, Zachary et al. 2016).
Los facilitadores deben asegurarse de comunicar claramente el propósito del cambio a todas las partes interesadas. (Mc Grath et al. 2008). Esto debe hacerse en forma de consulta y diálogo abiertos (Deegan et al. 2005). Como afirma Deegan, "las personas tienen que participar en los aspectos del cambio que les afectan, porque solo aceptarán los cambios que encajen en sus culturas. Esto implica que, como las partes interesadas "se apropian" de los cambios, los procesos y los resultados, es más probable que acepten y mantengan estos cambios" (p. 26) (Deegan et al. 2005).
Los hallazgos de los estudios de evaluación sobre facilitación sugieren que la facilitación que proporciona una comunicación cara a cara y utiliza una serie de técnicas facilitadoras puede conducir a cambios positivos en la práctica clínica y organizativa (Harvey, G. et al. 2002).
Ir al Paso 3: Evaluar el contexto y la disposición al cambio